El viernes negro ya es brillante
A primera hora de la mañana siguiente del día de Thanksgiving, o de Acción de Gracias, las calles de Washington están desiertas. En teoría es un día laborable, pero en este país también se ha impuesto la cultura del puente, y la gran mayoría de trabajadores pide un día de fiesta para poder celebrar un día tan señalado con sus familias. Sin embargo, el paisaje va cambiando a medida que uno se acerca a alguna de las grandes superficies de la ciudad. Poco a poco, se van viendo personas que caminan con prisa hacia la zona comercial, o bien que vuelven de ella cargados de cajas. Y es que es el Viernes Negro, el día en que los comercios realizan grandes ofertas de rebajas, en muchas casos con una duración de sólo 24 horas.
Los resultados de la jornada serán un buen indicador de hasta qué cierto punto la economía norteamericana está despegando, y dejando atrás la recesión que ha sufrido desde mediados del año pasado. Y es que no hay que olvidar que el consumo interno es la verdadera locomotora de la economía norteamericana, por lo que para que se produzca una recuperación sostenida es necesario que el consumo se vuelva a animar.
A primera hora de la tarde, todo parecía indicar que las ventas alcanzarían un nivel mayor al del año pasado, por lo que los responsables de las grandes superficies se mostraban optimistas. Brian Dunn, el director ejecutivo de Best Buy, una cadena especializada en la venta de aparatos electrónicos, aseguró al mediodía que la afluencia de consumidores, y las colas que se habían formado ante las cajas de pago, presagiaban una ventas potentes. «Estos son unos indicadores importantes para nosotros», dijo Dunn en declaraciones a Bloomberg. «Los consumidores centrados en el presupuesto parecen agradablemente sorprendidos por las ofertas del día de Acción de Gracias», apuntaba Tracey Mullin, director ejecutivo de la National Retail Federation, una organización empresarial que reúne a millones de comercios. Habrá que esperar unas horas para confirmar que los datos reales son tan positivos como los pronósticos.
Las grandes superficies que se suelen llevar la palma el Viernes Negro son Walmart, la compañía de venta al por menor más grande del mundo, Best Buy, especializado en productos electrónicos, Target, y Toys'R' Us, la gran superficie del juguete por excelencia.
Entre las grandes ofertas del día, por ejemplo Wall Mart ofrece un ordenador Hewlett-Packard por sólo 298 dólares, que con el cambio actual, representan apenas 200 euros. Puesto que el ámbito de la electrónica es el suyo, Best Buy no quiere quedarse atrás y ofrece un Hewlett-Packard por sólo 197 dólares, unos 130 euros, si bien ofrece menores prestaciones. En cuanto a las televisiones, una enorme de pantalla planta, de 46 pulgadas, cuesta 999 dólares -650 euros-, unos 700 dólares menos de su precio habitual.
En el nuevo Best Buy de la Calle 14, la actividad es frenética, y los empleados de las cajas registradoras no dan abasto, provocando que se formen largas colas de pacientes consumidores, con gesto cansado, pero a la vez satisfecho de sus compras. Uno de ellos es Harold Johnson, que está a punto de conseguir su objetivo: hacerse con una televisión nueva. Este joven padre de familia afroamericano llegó de madrugada, y soportó unas cuatro horas a la intemperie, bajo las gélidas temperaturas de la capital para ahorrarse unos 1.000 dólares en la televisión, por la que pagará 547 dólares, unos 355 euros. «Ha valido la pena el esfuerzo, es mucho dinero el que uno se ahorra por unas pocas horas de paliza», asegura.
Johnson no es el único con una enorme pantalla en el carro. Según Charles O'Shea, una analista especializado en la venta al por menor de la compañía Moody's Investors Service, las ofertas en televisiones son las más generosas. En las cuatro horas que se pasó paseándose por varias superficies del norte de Nueva Jersey vio para personas sosteniendo paneles con ofertas sobre televisiones. «Parece que todo el mundo está muy atento a las promociones», explica haciendo referencia al hecho de que muchos consumidores se estaban llevando aparatos de televisión a casa.
En el Best Buy, no todos los consumidores son tan afortunados como Harold. Katie Fisher, una joven estudiante, está decepcionada porque no ha encontrado el ordenador portátil de Hewlett-Packard que anunciaba la compañía en su web por 197 dólares. «Ya se acabaron», confiesa resignada. «El año que viene tendré que venir más pronto, comenta, mientras duda si decantarse por otra de las ofertas de portátiles de la tienda.
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