Google fracasa con Motorola

Google ha tenido éxito en muchas cosas. Pero la historia de su entrada en la fabricación de teléfonos móviles es la de un fracaso sin paliativos. 

Ayer anunció la venta a la multinacional china Lenovo de Motorola Mobility, la división de telefonía móvil de Motorola. El precio: apenas un 23% de lo que había pagado por ella hace apenas dos años y medio.

El gigante tecnológico ha vendido la unidad de telefonía móvil de Motorola por 2.910 millones de dólares (2.130 millones de euros). 

En agosto de 2011 la había adquirido por 12.500 millones de dólares (9.150 millones de euros). A esa cantidad hay que añadir otros 2.000 millones de dólares (casi 1.500 millones de euros) en pérdidas operativas de la empresa desde entonces. 

Porque Google nunca ganó un dólar con Motorola Mobility. Es más, la cuota de mercado de la marca ha caído a la mitad, del 3,1% al 1,7%, desde que Gogle la adquirió, según datos de la consultora Strategy Analytics.

Si se descuenta el dinero en efectivo de Motorola que pasó a ser de a Google con la compra, más la venta de activos de la compañía y, ahora, la de la empresa, resulta que la operación le ha salido a Google por 4.400 millones de euros. Aparte, 4.000 de los 21.000 empleados del fabricante de móviles han sido despedidos.

El buscador de Internet, sin embargo, se ha anotado algunos otros tantos. El más obvio es el de las patentes. Con Motorola, Google tomó el control de 17.000 patentes, que ahora retiene. 

Las patentes, además, han sido importantes porque, al adquirirlas, Google anuló el peligro de una cascada de litigios por derechos de propiedad intelectual. No obstante, el hecho de que la empresa californiana se desprenda de Motorola parece suponer el final de la entrada de Google en la fabricación de teléfonos móviles.

Es una decisión inesperada, puesto que el buscador de Internet está mostrando un interés creciente por hacer cosas, como revela su compra, hace dos semanas, de la empresa de termostatos y alarmas de incendios ‘inteligentes’ Nest por 2.350 millones de euros. 

Aunque es enormemente rentable, Google tiene el problema de su dependencia de los anuncios en Internet, por los que obtiene el 85% de sus beneficios.

La compra también es una señal del creciente peso de Lenovo, una empresa en la que participa el Estado chino, en el terreno de la electrónica y la informática de consumo. 

En 2005, compró a IBM la división de fabricación de ordenadores. Ahora, este sector está en caída libre debido, precisamente, a la proliferación de los dispositivos móviles. La semana pasada, Lenovo también adquirió a IBM, por casi 1.700 millones de euros, su división de servidores de gama baja.

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