La crisis no llega a los cosméticos
Parece que la crisis no puede con nuestra vanidad. Quizá recortemos otros gastos, pero no los cosméticos. Según datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), el sector arrojó en 2010 una cifra de negocio muy bella: 6.108 millones de euros.
Si se suma lo facturado por la venta de productos de uso profesional en peluquerías y salones de belleza (esos que intentan colocarle cuando va usted a cortarse el pelo o a hacerse una limpieza de cutis) y lo ingresado por la venta directa (Avon, entre otras, sigue llamando insistentemente a la puerta...) la cifra redondea los 7.000 millones.
Aún no se registran datos de crecimiento espectaculares. Pero los más optimistas creen que, al menos, ya se ha superado la involución de los dos años anteriores y, por cómo han ido enero y febrero, aventuran que, en 2011, el sector dará un respiro y crecerá un 2%. Según Esteban Rodes, presidente de Stanpa, estas noticias no sólo deben alegrar a los implicados en el negocio de la belleza sino a todos, pues este mercado es uno de los tres pilares del gran consumo en nuestro país. ¿Los otros dos? La alimentación y el cuidado del hogar. Rodes se felicita además porque las exportaciones del sector superaron los 2.200 millones de euros en 2010, protagonizando una subida del 24%. Este subidón es insólito; tanto que llegamos a vender más perfumes (42%) y productos de cuidado de la piel (21%) que zapatos, vino o aceite, nuestros puntos fuertes en exportación.
Volviendo al tocador. ¿En qué se nos fueron esos 7.000 millones de euros? En productos de cuidado facial, cuyas ventas subieron un 1,5%, los baratos y un 1,3%, los caros. Curiosamente, compramos menos tratamientos capilares y menos artículos de aseo pero, a cambio, adquirimos más maquillajes y fragancias, tanto los de marcas de gran consumo como los de las firmas del sector del lujo. Lo de los maquillajes viene a redundar en esa vieja teoría de que, para las mujeres, las crisis son menos crisis con unos labios bien pintados... Incluso las farmacias que han apostado por la dermocosmética en un intento por compensar los demoledores efectos de los genéricos, se vieron recompensadas con una bonita subida del 0,4% en sus ingresos por cremas faciales.
MOLÉCULA SEÑAL. El informe de Euromonitor La belleza más allá de la crisis: la respuesta de la industria confirma esta tendencia a la recuperación del sector. Los 380.000 millones de dólares que se embolsó de facturación en 2010 se traducen en un crecimiento del 5%. El mejor modo de tomarle el pulso mundial a esta industria es, sin duda, analizar el comportamiento de sus 10 compañías líderes. A la cabeza, se encuentra la francesa L'Oréal, una de las que mejor paradas salió del ejercicio 2010. Su facturación fue de 19.500 millones de euros, que la convierten en líder mundial del mercado de la belleza. Es más, el primer semestre de 2011 ha alcanzado un volumen de negocio de 10.149 millones de euros, una cifra récord para el propio grupo que ha crecido un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior. ¿La clave de su éxito? Varias. La principal, la inversión en investigación. De hecho, se acaba de gastar 16 millones de euros en poner en marcha el Centro de Evaluación Predictiva, el primero del mundo que producirá al año 130.000 unidades de tejidos biológicos reconstruidos, de piel y de córnea.
En las filas de L'Oréal se encuentra la francesa Lancôme, que protagoniza el lanzamiento cosmético de la temporada, basado en una investigación que toma como fuente de inspiración el mundo vegetal. Según fuentes de la multinacional, hace 12 años iniciaron un estudio que tenía como objetivo identificar el proceso por el cual las plantas se curan de sus lesiones. Hallaron un componente, el ácido jasmónico, una molécula señal que pone en marcha los mecanismos de reparación y defensa del vegetal. Decidieron probar a sintetizar distintos derivados de este ácido hasta encontrar alguno que cumpliera sus funciones reconstructoras pero que fuera, además, afín a la piel. Así apareció la molécula número 2.412 que, inmediatamente, fue protegida por 17 patentes.
Esta molécula llega al mercado seis años después de su predecesora, Proxylane. Según Albina Esteve, farmacéutica y directora de formación de la casa: "No es fácil desarrollar nuevas moléculas que aporten un valor. No salen todos los años. El proceso es denso, costoso, complejo y largo. De hecho, no todas las compañías invierten en este tipo de desarrollos".
UN ALIADO REALISTA. Con este único principio activo se ha formulado un producto llamado Visionnaire que llega al mercado este mes (septiembre es uno de los momentos cosméticos fuertes del año, cuando los consumidores buscan productos que neutralicen los estragos producidos por el Sol sobre la piel). En lugar de seguir la estela de otros productos que prometen efectos casi milagrosos, Lancôme ha apostado con Visionnaire por un planteamiento más accesible en el que edad y belleza de la piel no están reñidos.
Aunque los límites entre las posibilidades de una fórmula cosmética y un tratamiento estético son claros y nadie debería confundirlos, dermatólogos y médicos estéticos coinciden en señalar que una piel tratada con cremas se encuentra en mejor forma que otra que no lo está.
En esa línea apuntan las opiniones del doctor Enrique Bassas, cirujano plástico y estético del Centro Médico Teknon de Barcelona, según el cual "la cosmética ha mejorado mucho". Y bromea: "Yo me acuerdo que, hace años, las cremas, como decía un colega mío, eran 'agradables, fresquitas y daba gusto ponérselas'. Hoy se investiga más, se trabajan en el laboratorio". Para la doctora Mar Mira, del centro Mira+Cueto, "la cosmética es básicamente prevención" y la doctora Virtudes Ruiz, de Virtudes Estética concluye: "Aunque ningún cosmético sea comparable en alcance a un tratamiento médico estético personalizado, es cierto que muchos introducen interesantes novedades en su composición". A veces, moléculas millonarias.
LA MOLÉCULA NÚMERO 2.412. "Todas las moléculas con las que se trabaja en nuestro laboratorio de investigación, reciben un número", explica Véronique Delvigne, directora científica de Lancôme Internacional y añade: "La elegida para Visionnaire fue la 2.412". Antes de dar con ella, que ya está protegida por 17 patentes, fueron sintetizadas otras 20. La anterior molécula patentada por el grupo, fue Proxylane en el 2016.
SISTEMA ECO FRIENDLY. "Si bien hemos encontrado la molécula en la naturaleza, el procedimiento de extracción era mucho más agresivo para el medio ambiente que sintetizarla en laboratorio. Por eso nos decantamos por esta opción", explica Albina Esteve, farmacéutica y directora de formación de Lancôme y añade: "Se sintetiza mediante un sistema ecodiseñado que hemos llamado Hidrogénesis en One Pot". Este procedimiento exclusivo, que requirió para su puesta a punto dos años, "utiliza como catalizador un metal precioso y concentra todo el proceso en una única reacción. Esto reduce el número de pasos y ahorra disolventes y energía", explica Véronique Delvigne, directora científica de Lancôme Internacional.
MÁS ALLÁ DEL RETINOL
Visionnaire pretende darle una vuelta de tuerca a la cosmética: "Atrás ha quedado la idea de que sólo se puede ser bella si se es o se tiene una apariencia joven. Y por tanto, el concepto antiedad y los desarrollos en este sentido están anticuados. Lo que buscamos es estar guapas a cualquier edad, hermosas, con una piel resplandeciente, con ese no sé qué que no es en absoluto patrimonio de una piel joven", explica Albina Esteve, directora de formación de Lancôme, y añade: "Este corrector fundamental, ha sido creado justo para dar respuesta a esta aspiración de las mujeres". Visionnaire en un producto intervencionista que se hace cargo de todos los desórdenes cutáneos que encuentra a su paso. "Es revolucionario en el sentido de ser un tratamiento de acción global que une una excelente eficacia a una tolerancia excepcional y única, probadas además, en todos los tipos de piel y raza. La piel se transforma visiblemente; se corrigen arrugas, poros, manchas de pigmentación, rojeces e imperfecciones vasculares, e incluso, cicatrices", explica Esteve.
Su principio activo, la molécula LR2412, es capaz de fusionarse con todas las capas de la piel: "Quisimos probar esta biodisponibilidad y su eficacia haciendo un estudio comparativo con otra excelente molécula, el retinol", explica Esteve y continúa: "El retinol se fija muy bien en la epidermis, por lo que su acción se centra en este compartimento de la piel. La LR 2.412 se impregna y actúa en todos".
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